El casco “Aislador”, diseñado por Hugo Gernsback en 1925, fue un dispositivo conceptual destinado a aislar el ruido externo. Su propósito era proporcionar un entorno de trabajo tranquilo y sin distracciones, lo que permitía a los usuarios concentrarse mejor en sus tareas.
El diseño incluía características como un revestimiento aislante y una forma que ayudaba a bloquear el sonido exterior. Gernsback, conocido por su trabajo en la ciencia ficción y la tecnología, imaginó este casco como una herramienta para mejorar la productividad y el bienestar en entornos ruidosos, como fábricas o estudios.
Aunque “El Aislador” nunca se materializó como un producto comercial, su idea anticipó conceptos modernos de aislamiento acústico y tecnología de cancelación de ruido. La propuesta de Gernsback refleja una creciente conciencia sobre la importancia del ambiente de trabajo y cómo el ruido puede afectar la concentración y la salud mental.